El trébol, especialmente en su variedad violeta, es una de las leguminosas más sembrada, por sus propiedades de producción y calidad de forrajera para el ensilaje. Se adapta a los terrenos compactos, preferentemente en suelos calcáreos. No le gusta la humedad constante pero tampoco resiste bien las sequías prolongadas. ideal para climas poco severos. Se siembra en primavera y en otoño, teniendo una duración de tres a cinco años.